Indefensión.

Para ti pijín que vas promulgando acercar tus efluvios bucales a mi rostro, para ti que nunca tuviste escrúpulos en dejar a un amigo tirado, para ti vencido en tantas batallas de las que nunca te has acordado, compartimos muchos momentos, malos miles, buenos ni el primero. Aprende a rezar con tus palabras que mi alma ya te considera un muerto.

Admiras mis amargos desencantos
Pero nunca entraré en el juego
No soy comerciante de morales
Conservo mi museo del ego
Enjaulado en versos callados.

Espejo del alma mancillado
Pueril arrebato adolescente
Ladrón de excusas por contado
Egoísta sofista de “él miente”
Suministras cicutas al poblado

Compañero de sicarios subnormales
Subnormales del alcohol de primer grado
Prestamistas del beso envenenado
Que no hacen sin deseos, sin poder,
Si no porque nunca lo han intentado.

Santiago Pires Rodríguez